Soy más de bikini que de bañador, pero es verdad que un bañador estiliza y es más elegante, desde mi punto de vista, claro. Así que, como me sobró tela de los bikinis de mi peque, decidí probar a hacer uno para mi.
Busqué y busqué entre los patrones de bañador que tenía, pero ninguno me terminaba de convencer. Me gustó el bañador 112 de Burda 07/2019, pero la parte de arriba no era la que buscaba. Después encontré el bikini 115 de Burda 07/2018, pero claro, era bikini.
Después de dar miles de vueltas y no encontrar lo que buscaba, decidí liarme la manta a la cabeza y hacer un mix de esos dos patrones. No os podéis imaginar la de cambios que tuve que hacer.
Copié los dos patrones por separado. Use la parte de abajo del bañador, retocando un poco el tiro con las medidas de la parte de abajo del bikini, y le añadí la parte de arriba del bikini. También le añadí la cinta decorativa de la parte baja del bikini. En la espalda le di forma curva y le añadí una pieza para cerrar con un broche.
En fin, que no tiene nada que ver con lo que os enseño arriba. Fueron muchas modificaciones las que hice para que quedara a mi gusto.
La lycra la compré en Els Encants en nuestra quedada anual. Creo recordar que compré un metro.
Para el forro, no compré forro de bañador, compré en Ribes y Casals una lycra color carne bastante tupida, que a la vez da cuerpo al bañador.
Como una tiene ya una edad y la fuerza de la gravedad no perdona, le puse unas copas de bañador que tenía en casa.
Tiene fallos, claro que los tiene, pero es mi primer bañador hecho a mano y eso para mi no tiene precio. No he seguido ni tutoriales ni instrucciones, he seguido mi instinto de costurera.
Este año se acabó ya la ropa de baño. Ahora a buscar nuevos proyectos, eso sí, de verano todavía, que aquí nos queda calor para rato.
Por cierto, el título se lo debo a mi amiga Florencia, que es una crack de la costura. 😘😘
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